20081230

FOTOS DEL 2008 (muchos cuentos gráficos)

Se acaba el 2008. Estas son algunas de las fotos que se tomaron durante este ano. Trabajo, trabajos académicos, diversión, viajes y simple curiosidad generaron estas fotografías. Un poco de todo y para todos. Feliz 2009.



Las Zuquillo.



Urbano.



Trompetazo.



Trenzas.

Tabaco deportivo.


Salsero.



De cabeza.


El patio de mi casa.


El número de la suerte.


Hojas nocturnas.


Algo pasa en el servicio.


El guambra y la llama.


Fundita bacilando el concert.


Escenario.


Antes del chow.



Para las flores.


Dónde está la bolita.


Sra. Arácnida.


El anfitrión.

20081211

ALGUIEN ME DIJO QUE HABLARA SOBRE CULOS, ESTE ES EL RESULTADO:

UNA CONCLUSIÓN POSTERIOR.

Hay cosas que quitan el sueño, que perturban, que desconcentran, que intimidan y otras que solo traen felicidad. Pero nada es capaz de cumplir con todas esas capacidades como los traseros. Nombre tan largo para algo que llama la atención instantáneamente. Creo que por eso, en esta parte del mundo, se les ha cortado el nombre hasta dejarlos en culos nada más. Así como los foráneos ass o cul.
Aunque en realidad, son presencias que ni siquiera necesitan ser nombradas, simplemente están, aparecen y se quedan grabadas en la memoria (incluso colectiva) durante años y años.
¿O es que acaso nos hemos olvidado de ese primer culo secundario que en nuestra imaginación nos respondía las preguntas en las pruebas o nos resolvía los ejercicios?
Sí, algo así como un oráculo que insinuaba una odisea y que intentaba decirnos alguna verdad. Tanto poder han acaparado, que ahora los novios no tienen novias, tienen culitos. Gran metonimia de la juventud, la parte por el todo o todo por la parte.
Hasta la gente se queda culo. ¿ Qué relación tiene el adjetivo perplejo con esa parte del cuerpo? Creo que ninguna, pero uno puede quedarse culo viendo a otro culo sin necesidad de ningún espejo.
Y así, vivimos con esa relación, en muy pocos casos recíproca, nuestro día a día con los culos. Si vas a pegar a alguien, le vas romper el culo. Si estás hecho el rico, estás hecho el culazo. Si no tienes dinero, no tienes un culo de plata. Y solo, únicamente, dejamos de decir esas cosas cuando una mujer pasa por delante y nos hace un guiño con su mejor cara.
Y es que son parte de nuestras vidas y evitarlos sería imposible, creo que no queda otro camino que adorarlos. Alguna vez un amigo dijo: el amor es tenerle bastante miedo a alguien. Hoy me doy cuenta, cuanto miedo infunden los culos.

20081201

CASA DE LAS ESTRELLAS ( TEXTO PRESTADO)

Hace poco tuve la oportunidad de asistir a un pequeño taller de jóvenes cronistas. Conocí gente muy valiosa y muy agradable, colegas que con lo que hacen, muestran una nueva mirada de lo que está pasando aquí y alrededor nuestro. Alberto Salcedo Ramos, cronista colombiano, fue quien nos habló durante dos días para darnos una visión más clara de lo que es una crónica. Sus anécdotas, sus chistes y todo lo que sabiamente dijo se complementaron con los textos que nos dejó. A continuación reproduzco un texto de él, que recoje algunas frases de un libro colombiano, innovador y totalmente realista.

CASA DE LAS ESTRELLAS

Javier Naranjo, un profesor colombiano, tuvo la feliz ocurrencia de invitar a varios niños del país a definir ciertas palabras. El resultado es un libro en forma de diccionario. Disparatado, genial, hermoso, divertidísimo y necesario. En estas páginas los niños nos sorprenden e inquietan, y nos ponen a pensar sobre el mundo que les estamos construyendo. Recomiendo ir en seguida a la librería más cercana a comprarlo. Es del sello Alfaguara. He aquí una muestra:

ADULTO:
“Persona que se obsesiona por hacer el amor”. (Simón Peláez, 11 años).
“Niño que ha crecido mucho”. (Camilo Aramburo, 8 años).

AMOR
“El amor es lo que hace a los niños”. (Adelaida Restrepo, 10 años).
“Que mi mamá no se muera y mi papá no se muera”. (Pablo José Jaramillo, 6 años).
“Conseguir una novia por acá y otra por mi casa, y quiero que mi mamá se enflaquezca porque está muy gorda”. (Orlando Vásquez, 6 años).

ÁNGEL
“Un señor de la guarda”. (Juan Guillermo Henao, 8 años).

ANCIANO
“Es un hombre que se mantiene sentado todo el día”. (Maryluz Arbeláez, 9 años).

BESO
“Dos en acercarse”. (Camila Mejía Gónima, 7 años).

BOCA
“Es una cosa que hizo Dios para mascar”. (John Alexánder Ríos, 10 años).

BORRACHO
“Es una gente más o menos que quiere matar”. (Nelson Ferney Ramírez, 7 años).

CABEZA
“La cabeza tiene piojos”. (Norman David Buitrago, 7 años).

CAMPESINO
“Un campesino no tiene ni casa ni plata. Solamente sus hijos”. (Luis Alberto Ortiz, 8 años).

CIELO
“Donde sale el día”. (Duván Arnulfo Arango, 8 años).

COLEGIO
“Casa llena de mesas y sillas aburridas”. (Simón Peláez, 11 años).

COLOMBIA
“Es un partido de fútbol”. (Diego Alejandro Giraldo, 8 años).

CUERPO
“Es como una cosa que le anda a uno”. (Andrés David Posada, 6 años).

DESPLAZADO
“Es cuando lo sacan del país para la calle”. (Óscar Darío Ríos, 11 años).

DINERO
“Es muy maluco porque lo atracan a uno”. (Pablo José Jaramillo, 6 años).

DIOS
“Es una persona que le clavan clavos”. (Sebastián Uribe, 5 años).

DISTANCIA
“Es cuando uno está lejos y el otro está cerquita”. (John Alexánder Ríos, 10 años).
“Es donde uno tira el balón”. (John Jeiber Osorio, 6 años).

ENVIDIA
“Tirarle piedras a los amigos”. (Alejandro Tobón, 7 años).

ESPACIO
“Es como dejando diez renglones”. (Alex Gustavo Palomeque, 7 años).
“Es cuando no pasan carros”. (Milton Anderson Bedoya, 6 años).
“Es una cosa como si el balón se hubiera volado”. (Andrés David Posada, 6 años).

GUERRA
“Es un juego que jugamos los niños de ahora”. (Paula Andrea Franco, 9 años).

HOGAR
“Es una casa donde obligan a comer vegetales”. (Carlos Gómez, 12 años).
“El hogar es algo que de repente se separa”. (Juliana Escobar, 10 años).

IGLESIA
“Donde uno va a perdonar a Dios”. (Natalia Bueno, 5 años).

INFIERNO
“Para mí el infierno es cuando una persona le dice a la otra: lárgate para el infierno”. (Luisa Fernanda Velásquez, 8 años).

INMORTALIDAD
“Es cuando uno tiene un enemigo y lo manda matar”. (Ángela María Blandón, 9 años).

LENGUAJE
“Cosa que sale de la boca”. (Tatiana Ramírez, 7 años).

MADRE
“Me quiere mucho, me da la comida cuando yo no quiero”. (Camilo Gómez, 7 años).

MANO
“Coge las cosas, ayuda a escribir, pero también se cansa. Hay que dejarla descansar”. (Paula Cristina Muñoz, 7 años).

MIEDO
“Un niño que está triste”. (Juliana Sánchez, 6 años).
“Es que mi mamá maneja un carro y unos señores de la cañería no pueden comer y le rompen el vidrio del carro y la matan y matan a mi papá y yo vivo solo”. (Orlando Vásquez, 6 años).

MUERTE
“El país”. (Jorge Andrés Giraldo, 6 años).
“Se va uno pa’ la tierra”. (John Freddy Agudelo, 6 años).

MUJER
“Es un muchacho que tiene mucho pelo”. (Juan Pablo Eusse, 8 años).
“Es una persona que se enamora de alguien”. (Nelson Ferney Ramírez, 7 años).

NACER
“Es un momento que tenemos cuando estamos pequeños”. (Wilson Taborda, 11 años).

NIÑO
“Tiene huesos, tiene ojos, tiene nariz, tiene boca, camina y come y no toma ron y se acuesta más temprano”. (Ana María Jiménez, 6 años).
“Para mí el niño es algo que no es perro. Es un humano que todos tenemos que apreciar”. (Johana Villa, 8 años).
“Damnificado de la violencia”. (Jorge A. Villegas, 11 años).
“Un hombre chiquitico”. (Mauricio Aramburo, 4 años).

ODIO
“Es algo que por ejemplo mi amigo tiene colombina y yo no”. (Alexánder Chalarca, 8 años).
“Cuando no queremos hacer un mandado”. (Lina Marcela Sánchez, 7 años).

PAZ
“Es para unos que matan mucho”. (Johny Alexánder Arias, 8 años).

POETA
“Un hombre que canta”. (Juan Pablo Eusse, 8 años).

SEXO
“Es una persona que se besa encima de la otra”. (Luisa Fernanda Potes, 8 años).

SOL
“El que seca la ropa”. (Diego Alejandro Giraldo, 8 años).

SOLEDAD
“Tristeza que le da a uno a veces”. (Iván Darío López, 10 años).

TIEMPO
“Algo que pasa para recordar”. (Jorge Armando, 8 años).

TRANQUILIDAD
“Por ejemplo que el papá le diga que le va a pegar y que después le diga que ya no”. (Blanca Yuli Henao, 10 años).

UNIVERSO
“Casa de las estrellas”. (Carlos Gómez, 12 años).

VENIR“Es cuando una persona va a una casa y la otra gente dice: ¡milagro que vino!”. (Ana Cristina Henao, 8 años).

20081116

EJERCICIOS VISUALES: DOS VERSIONES



Saben cuál es la realidad? - preguntó el narrador a sus lectores.
Nadie supo qué responder. Se miraron la cara alegando total desconocimiento y pretendieron fingir que nada pasaba. Una vez más, el narrador volvió a intentarlo y repitió su pregunta. Un silencio más grande que el anterior y ya ni siquiera se miraron las caras, consideraron que no era necesario pues nadie sabía la respuesta.

Tendrán que virar la cabeza si es que quieren saber la respuesta - sentenció el dueño de la historia.

Lo hicieron y al momento de volver su cara a la posición habitual, se dieron cuenta de que todavía no podían diferenciar cuál era la versión valida:

que aunque iguales y con diferentes posiciones, son la parte de una misma cosa. El agua está arriba y abajo, no es cuestión de la ley de la gravedad. Va un poco más allá y solo hay que fijar dónde va el personaje, luego de eso se podrá decidir qué vale para ese caso. Recuérdese que siempre habrá dos versiones, que tal vez en algún momento lleguen a unificarse.
Avisen cuando lo sepan - se retiró diciendo el narrador luego de cerrar la puerta.




20081016

El Árbitro será el que paga. (Basado en historias reales)

Si rebuscamos entre las profesiones para encontrar algunas de las más difíciles, por alguna razón u otra, sobresale la de árbitro. Corre atrás de los jugadores, mira el contacto de sus piernas y siempre está alerta a cualquier actitud antideportiva. Hasta ahí parece fácil, pero cualquier error suyo, por más mínimo que sea, puede provocar que reciba una ráfaga de insultos y una que otra agresión física.


El riesgo siempre va a estar presente para el árbitro, pero mucho más para los llamados “juecitos”: los mediadores entre en los equipos de las ligas barriales. A ellos no los ampara la Federación Ecuatoriana de Fútbol y obviamente Don Luis Chiriboga no conoce ni su nombre. Están agremiados, pero ellos mismos son los encargados de defenderse a puño limpio o con unas piernas que sepan correr.
Ocupación complicada para alguien que pierde fácilmente la cabeza, porque para eso, están los jugadores. A la hora del fútbol, la irracionalidad gana espacio. Cuantas veces he escuchado: “cuando juega fútbol se pone como loco”. Muchos locos contra el juez. Imagínese: un solo hombre que puede ser atacado por un grupo de personas que jalan para dos lados diferentes. Algo así como un solo policía en el medio de dos pandillas en pelea.

La informalidad con la que se los trata es una de sus peores debilidades. Se les tutea y pocos son los involucrados que les hablan con las manos en la espalda. Los insultos no le llegan desde los graderíos, vienen directamente de los jugadores amateur que realmente se las saben todas. Van desde un “no sea burro Sr. Juez”, hasta amenazas de muerte tan rápidas como un pitazo inicial. Claro que también se les dedican goles, pero acompañados de la conocida “mala seña”. Eso solo con los gestos y la palabra.
Por el lado de lo físico las cosas empeoran. Los jugadores suelen confabular contra el árbitro y en medio de risas, lo agreden por la espalda. Se han dado casos de que un hincha – los siempre peligrosos hinchas- le ha pasado una piedra a un jugador; él, luego de dar unos pasos acercándose hacía el “juecito”, estira su brazo y con toda tranquilidad, lanza la piedra, para darle un golpe en la espalda o en la cabeza.
El juez regresa a ver con sus ojos llenos de venganza pero al verse acorralado, generalmente por hombres más altos que él, no tiene más que acercarse a vocalía para denunciar tímidamente el atentado. Ni siquiera puede sacar una tarjeta porque ocasionaría una batalla campal.
Los festejos también incluyen agresiones físicas. El equipo rojo hace un gol luego de que se sintieran perjudicados con las decisiones del “cuervo”. El goleador toma la pelota y por ahí alguien le grita “dedícale, dedícale”. Con la rapidez de un definidor, el jugador toma la pelota, la levanta con la mano y con una gran patada, impacta la pelota en la espalda del árbitro. “Que festeje, que festeje”. La máxima autoridad en el campo de juego se ha visto agredida, nadie lo respeta y además le ha tocado festejar. Pobre de él si no festeja.
Si tomamos en cuenta a la hinchada, la situación puede volverse crítica para un “juecito”. Pero es necesario enfatizar en el tipo de hinchada con la que se puede enfrentar. La mayoría son familiares de los jugadores y ya sabemos a qué punto puede defender una madre a su hijo, una esposa a su esposo o una hermana a un hermano. Los problemas son cuestiones de sangre.
Las decisiones del árbitro son una lotería para él. Una falta mal pitada y un hijo tirado sobre la tierra de la cancha, dejarían como resultado una madre desesperada por tirar del cabello y darle unos puñetes al “juez hijo de...”
Tanto riesgo por unos pocos dólares. Realmente se necesita vocación para soportar todo esto y más que nada, para volver el próximo domingo para lo mismo. A desempeñar su oficio con miedo, a esperar que no le toque ningún borracho o algún deportista chuchaqui que nunca falta, a rezar para que todo se lleva bajo sus reglas y no bajo las de los jugadores, a estar pendiente de la defensa de su colega que pita un partido en la cancha de al lado, a ver sus pertenencias de reojo porque siempre se pierden las cosas, a saludar con ese que le pegó la semana anterior. Un oficio extremo, tan peligroso como ser domador de leones y serpientes venenosas, pero que realmente llena a los “juecitos”.

20080919

El color de los escombros







Dudas de un viernes.

¿Qué pasaría si es que el Diablo le dice a un religioso que escriba un cuento?......
¿Sería lo mismo si Dios se lo propusiera a un ateo?.....